sábado, 22 de octubre de 2016

Brothers in Arms, combate táctico en la SGM



Reconozco que siempre he sido un fiel seguidor de la saga de 'Call of Duty', especialmente de las entregas centradas en la SGM. Pero la verdad es que hay un elemento clave que se echa de menos en estos juegos tipo 'Shoot'em Up' (o mata-mata, como los conocemos más por aqui) : les falta estrategia y táctica.

Es muy emocionante ver como 'Call of Duty' o 'Medal of Honor' recrean con todo lujo de detalles las míticas batallas de El Alamein, Stalingrado o Normandia y consiguen meterte de lleno en la acción a nivel de soldado raso, rodeado de decenas de compañeros y enemigos en asaltos épicos ... pero cualquiera que conozca mínimamente el mundillo bélico sabe que, en la guerra "real", la probabilidad de salir vivo del asalto a un nido de ametralladora y, de paso, llevarse por delante a más de una docena de enemigos era, cuando menos, casi nula y digna de condecoración.

En la inmensa mayoría de los casos, cada escaramuza entre pelotones de infantería solía llevar una mínima evaluación táctica por parte del líder de pelotón o de escuadra : análisis y reconocimiento del terreno, conteo de unidades enemigas,  búsqueda de posibles rutas para flanquear posiciones, fuego de cobertura, asaltos, etc...

Si lo que buscas es un juego que simule cómo eran de verdad los combates entre pelotones y escuadras de pequeño tamaño en la Segunda Guerra Mundial, 'Brothers in Arms' y sus diferentes secuelas son lo que estabas buscando.


El realismo es lo que prima


La intención de los desarrolladores de Gearbox Software no fue la de crear otro juego de disparos en primera persona más, sino de conseguir que experimentes (al menos en parte) las mismas sensaciones y decisiones que tuvieron que tomar los soldados en el teatro de operaciones de Europa, durante la SGM.

De entrada, partimos de la base de que los escenarios en los que se desarrolla la acción del juego están tomados de localizaciones reales de Normandía y Francia , para lo cual el equipo de desarrollo se desplazó directamente a dicha zona con el objetivo de tomar gran cantidad de material fotográfico y de vídeo, lo que ya de por sí supone un punto importante a tener en cuenta en terminos de realismo.

En segundo lugar, el hilo argumental se centra en la historia del sargento Matt Baker, durante los 8 primeros días de la Batalla de Normandía, comenzando desde el mismísimo Día-D. La historia, relatada a través de varias escenas cinemáticas a modo de diario, le da una componente novelesca al guión que también resulta muy atractiva.



Pero vayamos a lo que más nos interesa : la parte relativa a la simulación de combate, de la que hablábamos al principio de la entrada. En BiA sólo podemos controlar al protagonista (sargento Baker) en modo de "primera persona", y en este sentido lo que podemos hacer es muy similar a lo que ya hemos visto en otros juegos : desplazarnos, ponernos en cuclillas o de pie, coger diferentes armas, recargar... pero eso sí : ¡olvídate de disparar a más de 15 metros de un soldado alemán y acertarle en plena cabeza! Los programadores de Gearbox se han asegurado que el manejo de las armas en el juego reflejen "de verdad" lo difícil que era acertar al blanco cuando éste se encontraba en cobertura o cuerpo a tierra. Así que tendremos que "pensar" un poco más si queremos eliminar a esos granaderos que nos están fulminando desde lo alto de la carretera con su MG-42 y bien parapetados... y aquí es donde viene lo bueno.

jueves, 13 de octubre de 2016

Stalingrado 2013 : Espectáculo visual y poco más



Volvemos a la carga en el blog ,en esta ocasión con la versión más reciente de ‘Stalingrado’, la de 2013, de la que os puedo adelantar sin ningún tipo de reparo que no hace la más mínima sombra a la versión homónima alemana de 1993, de la que también hablaremos más adelante y cuyo único nexo de conexión con esta cinta rusa es que en ambas participa el convincente Thomas Kretchmann. Pero vayamos por partes, porque no todo es malo en esta película.

Si hay alguna razón que me invite vagamente a recomendar esta versión es su estética, y no me refiero únicamente a los efectos visuales, bastante logrados bajo mi punto de vista, sino por la estupenda fotografía y el ambiente casi de cómic que ha conseguido imprimirle el director, que contó con un presupuesto de más de 4 millones de dólares y un equipo de 400 personas para recrear las calles de la emblemática ciudad de Stalingrado durante su hora más oscura, la ocupación por parte del ejército alemán en 1942.

El argumento en si no guarda ninguna trama compleja:cuenta la historia de un grupo de soldados soviéticos que trata de defender la ciudad nombrada a propósito del mismísimo Stalin , aquella en la que usó por primera vez su horrible directiva “Ni un paso atrás“, por la cual se prohibía a los soldados abandonar las ciudades ocupadas por los alemanes, incluyendo también a los civiles atrapados, buscando así obligar a los soldados soviéticos a luchar con toda su determinación, ya que no sólo defendían su ciudad sino también a sus propias familias. Tras ocupar uno de los edificios frente a la famosa fuente de los niños (que hemos podido ver en otras películas similares como ‘Enemigo a las puertas’), el variopinto grupo de soldados compuesto por exploradores, artilleros e incluso marineros de la Flota Roja descubre a una muchacha que, tras pasar tremendas penurias, se resiste a abandonar su ya casi destruida casa, convencida que no le queda a donde ir.



Con el trasfondo de la batalla más sangrienta de la Historia, el guionista no se molesta en contarnos nada más, simplemente la supervivencia de estos soldados y su determinación para salvar a la chica. No hay tramas adicionales, ni tampoco flashbacks de los protagonistas hablando de su vida… Y la verdad es que lo he llegado a agradecer porque, en algún momento puntual de la película, una simple frase del tipo ‘me llamo Grigori y nací en una cabaña de los Urales’ me hubiera valido como pretexto suficiente para apagar la tele…

Como ya adelantaba, la parte técnica y visual son las que merecen la pena en la película. Y es que al margen de un par de secuencias al más puro estilo ‘Matrix’ y que bajo mi punto de vista están exageradas y sobran del todo, el resto de escenas de acción están muy logradas. Mención especial a las escenas de los rusos siendo atacados por los Stukas en el Volga, algunas escaramuzas en el edificio ocupado y la carga de los Panzers (que en realidad son T-34’s rusos magistralmente tuneados por los especialistas, ciertamente no se aprecian las diferencias a simple vista). Se abusa bastante de la cámara lenta en ocasiones, confiriéndole esa dinámica de vídeoclip a la película que ya se presagia cuando ves el tráiler, pero hasta cierto punto he llegado a tener la sensación que el director ha querido imitar deliberadamente el ritmo y la estética de ‘300’, solo que cambiando la batalla de las Termópilas por la de Stalingrado. Juzgad vosotros mismos viendo ambas en un corto espacio de tiempo.

Scythe y el universo de 1920+

  Bienvenidos a Europa del Este en unos años veinte muy distintos de aquellos felices y prósperos que nos describen los libros de historia....