domingo, 21 de mayo de 2017

No, Braveheart no es una película con rigor histórico... ¿y qué?



Basta. Stop. Ya está bien... Estoy harto de leer artículos, entradas de blogs y comentarios en Youtube y hasta de escuchar podcasts en los que los autodenominados como "haters"o los sabiondos de turno,  expertos en Historia Universal, desprecian, ningunean y desaconsejan por completo algunas películas de gran éxito en la taquilla que se desarrollan en la Antigüedad, la Edad Media o cualquier otro periodo porque no cuentan los hechos que acontecieron de manera rigurosa o porque se toman licencias en el desarrollo de la historia. Curiosamente muchos de los que critican esta falta de rigor luego son fans incondicionales de la serie "Juego de Tronos"... que a pesar de ser excelente no está basada precisamente en las Crónicas de San Anselmo, que yo sepa.

Y es que en esta ocasión le ha tocado el turno a una de mis películas favoritas, Braveheart, que está basada o inspirada (palabras clave aquí) en la historia del archiconocido William Wallace (archiconocido precisamente gracias a esa película) y en ese periodo de la historia de Escocia en la que se luchaba contra la dominación inglesa y por su independencia (un tema que además no ha desaparecido del todo hoy en día). 

Pero no me malinterpretéis : me considero un fanático de la Historia y de hecho valoro por encima de todo el que las películas estén bien documentadas y que cuiden al detalle la reproducción histórica en todos sus ámbitos... pero creo que ya es hora de relajarnos un poco cuando criticamos el trabajo general de estas películas y las rebajamos casi a la categoría de simples "cuentos de hadas".

Partamos de una base sencilla : para ver una película con rigor histórico y 100% fiel al hecho en sí, ya tenemos cientos de documentales de canales especializados, que no sólo relatan cómo fue en realidad sino que nos aportan diferentes versiones de lo que ocurrió, porque ya sabemos que la Historia siempre la escriben los vencedores. Una película es, al fin y al cabo, un negocio que busca atraer a la mayor cantidad de público posible, y, nos guste o no, eso exige en ocasiones que haya que modificar el hecho histórico para que atraiga a la audiencia. Y reconozco que hay películas en las que esas licencias son tan "libres" que acaban convirtiéndola en un verdadero bodrio.

Scythe y el universo de 1920+

  Bienvenidos a Europa del Este en unos años veinte muy distintos de aquellos felices y prósperos que nos describen los libros de historia....