Ya hacía bastante tiempo que una serie de ciencia ficción no conseguía llamar mi atención, principalmente porque para mí es un género que, por regla general, solo me atrae en formato película, que suele contar con un presupuesto superior al de los seriales. Pues bien, a día de hoy, puedo decir que 'The Expanse' está llamada a ser una de las mejores series de este género, una verdadera space-opera con grandes dosis de thriller político, acción y, sobre todo, con un trasfondo con grandes posibilidades de explotación.
Pero... ¿qué tiene de especial esta serie para ganar cada vez más adeptos de forma silenciosa, sin llegar a tener ni el marketing ni el abultado presupuesto de otras series del momento como Juego de Tronos?
La primera razón de peso es que el universo tecnológico que han concebido los autores de esta saga (que como veremos más adelante arrancó como una novela) transmite la sensación de ser mucho más tangible y realista desde la perspectiva de nuestro mundo actual. En otras palabras : olvídate de viajes interestelares a la velocidad de la luz con desfases temporales para volverse loco, agujeros de gusano tremendamente inestables o motores de salto a la hipervelocidad (perdóname, George Lucas).... Aquí la trama se desarrolla en un futuro relativamente cercano, dentro de 200 años, cuando tras colonizar progresivamente la Luna, Marte y los planetas interiores, el ser humano consigue expandirse por todo el Sistema Solar gracias a la aparición de un revolucionario motor diseñado por el científico Solomon Epstein (nombre cool donde los haya), que proporciona una aceleración mantenida que permite alcanzar una fracción marginal (palabra clave aquí) de la velocidad de luz, con un consumo de combustible mínimo.
Gracias a esta nueva tecnología, el hombre consigue colonizar el resto de planetas del Sistema Solar y, en especial, el Cinturón de Asteroides, con base principal en el planeta enano Ceres, accediendo así a la enorme cantidad de recursos (agua, minerales, metales) que proporcionan los asteroides que pueblan esa zona.
Y aquí es donde llega la segunda buena razón para ver esta serie : su carácter de thriller político. Debido a esta expansión arriba descrita, surgen 3 grandes facciones : la Tierra, que se sigue considerando a sí misma como el epicentro de poder y cultura del Sistema Solar, con Naciones Unidas a la cabeza; Marte, una colonia originalmente compuesta por científicos y que, debido a sus desavenencias con la Tierra, se ve forzada a convertirse en una república fuertemente militarizada; y finalmente el Cinturón, cuyos habitantes se autodenominan belters (cinturianos en la novela, cinturonianos en la serie) y que podrían considerarse el equivalente a la clase obrera y marginal dentro del Sistema Solar : cientos de miles de mineros, pilotos, estibadores de muelles de carga y trabajadores en general que viven en colonias hacinadas, a baja gravedad y en condiciones que podriamos catalogar de tercermundistas. Debido a estas terribles condiciones de vida, aparecen diversas facciones terroristas que exigen la independencia del Cinturón y mejores condiciones de vida de sus habitantes.