El día más largo

Antes de que comiences a leer esta entrada, hay algo que debes saber: si eres aficionado a la Segunda Guerra Mundial o al género bélico y todavía no has visto 'El día más largo', debes colocar esta película en el primer puesto de tu lista de "pendientes de ver".

No recuerdo exactamente en qué momento de mi vida comencé a sentir curiosidad por este apasionante mundo de la 'Gran Guerra Patriótica' como la llamaban los soviéticos; pero echando la vista atrás (muy atrás! ), creo que es muy posible que todo comenzara en el verano de 1989, cuando fui con mi padre por primera vez al cine y tuve la oportunidad de ver aquella irrepetible peli de aventuras llamada 'La Última Cruzada', donde oí hablar de unos tipos muy malos llamados 'nazis' que intentaban encontrar el mismísimo Santo Grial para ganar una guerra... fue mi padre quien me dijo que esos 'tipos malos' habían existido en la realidad y no mucho tiempo atrás. Así que es muy posible que ese fuera el "germen" de todo.

Batallitas aparte, lo cierto es que mi interés surgió claramente a través de filmes de producción más moderna o, mejor dicho, reciente. 'Salvar al Soldado Ryan' marcó el punto de inflexión en mi forma de ver el cine bélico. Después llegó 'Enemigo a las puertas', y de ahí pasé a devorar todos los documentales que pasaban por mis manos, empezando por la fabulosa serie de 'El mundo en guerra'.

Os cuento todo esto porque, hasta hace relativamente poco, tenia tendencia a pensar que las películas antiguas de la SGM no tenían ni la calidad ni el rigor histórico de las actuales... y ahora, tras muchos años de cine bélico,  me he venido a dar cuenta de que no podía estar más equivocado. De hecho, lo primero que pensé al ver 'El día más largo' fue "¿por qué no la he visto antes?"

En resumen, os diría que son muchos los puntos que suman a favor de esta 'masterpiece', pero yo particularmente me quedo con los siguientes tras mi primera visualización de la peli (que seguro que no será la ultima):

Un gran despliegue de medios

Los 10 millones de dólares (de los años sesenta) que invirtió la 20th Century Fox en esta película se aprovecharon a conciencia: he podido ver Shermans, planeadores (gliders), bombarderos, bunkers muy fidedignos, lanchas de desembarco LVT, ingenieros, cañones antiaéreos, uniformes muy detallados y, sobre todo, muchos, muchos extras, como se hacía en las grandes superproducciones de aquel entonces (admitámoslo, se nota la diferencia frente a los "ejércitos digitales" a las que estamos ya acostumbrados, y que usan solo unos pocos extras frente a una pantalla verde). Todo en la película está concebido a lo grande, incluso las escenas en las que Rommel hace acto de presencia en Normandia para organizar las defensas, y en las que podemos ver a cientos de alemanes construyendo el famoso muro del Atlántico.


Al parecer, fue esta película la que salvó literalmente a la Fox del gran batacazo taquillero que había supuesto el estreno de 'Cleopatra', que con el mismo presupuesto de 10 millones ni siquiera recaudó lo suficiente para amortizar los gastos de producción.

Un reparto de lujo

Este es otro de los puntos que me parecen mas interesantes de la cinta: pocas veces hoy en día podemos ver películas con tantas estrellas como coprotagonistas (no, por mucho que os empeñeis, 'Los mercenarios' y sus secuelas no me valen...).

Con el mítico John Wayne a la cabeza e interpretando al coronel de la legendaria 82 división aerotransportada , podemos ver también en el reparto a Robert Ryan como el general James Gavin (también general de la 82 y que sería conocido por ser el impulsor del helicóptero como caballo de batalla en Vietnam), a Henry Fonda como el general de brigada Theodore Roosevelt Jr, a un jovencisimo Sean Connery como el soldado británico Flanagan, a Robert Mitcham (espectacular) en el papel del mismísimo Norman 'Dutch' Cota, general de la 29 División de Infantería que desembarcó personalmente en Omaha y pasó a la posteridad por ir de un lado a otro para animar y reorganizar a sus tropas bloqueadas en la sangrienta y extremadamente defendida playa exponiéndose al fuego enemigo sin miedo.

También podemos ver a Richard Burton en el papel de un piloto inglés, a Red Buttons como el paracaidista americano John Steele (conocido por ser quien se quedó colgado del campanario de Saint Mere-Eglise) y a muchos otros actores secundarios que luego tuvieron una larga vida en el celuloide y en series de renombre. Mención especial al hecho de que el propio General Eisenhower (que por aquel entonces era ya presidente de Estados Unidos) había manifestado su intención de interpretarse a sí mismo en la película, pero habían pasado 18 años y se notaba demasiado que era mucho más mayor, por lo que fue reemplazado por otro actor (que se parecía enormemente a él, por cierto).

Otra de las curiosidades es que algunos soldados que habían participado realmente en la guerra tomaron parte también en el filme, como fue el caso de Joseph Lowe, quien con 22 años desembarcó en Normandía y fue uno de los Rangers del 2º Batallón que escaló el Point-du-Hoc para eliminar las baterías que (supuestamente) estaban allí ubicadas. 18 años después, Joseph volvería al mismo lugar para protagonizar esta película.

Una película con esencia de documental

Esto es lo que más me gusta de "El día más largo", con diferencia. Lo primero que debemos tener en cuenta el guión de este largometraje se basó en la novela del mismo título del escritor Cornelius Ryan, que había sido periodista durante la Segunda Guerra Mundial. Además, para la película se contrataron a multitud de asesores militares para conferirle el mayor rigor militar e histórico posible... y he de decir que se nota mucho.

Es la primera vez que he tenido una visión mas holística, más global, de cómo fue la operación Overlord al completo (antes sólo habia visto películas o series enfocadas en un episodio o división concreta : los soldados de Omaha, los paracaidistas de la 101, siempre por separado, digamos). Desde las dificultades del equipo de meteorólogos que tenían la enorme responsabilidad de determinar cual era la mejor "ventana de tiempo" para lanzar el desembarco, las críticas decisiones estratégicas que tuvieron que tomar Eisenhower., Montgomery y la plana mayor sobre si iniciar la invasión o no, la tensa espera de los soldados durante las horas previas y las preocupaciones de los oficiales, la prepotente calma de algunos mandos alemanes frente a la inquietud de otros ante los signos evidentes de una inminente invasión, hasta el decisivo hecho de que los generales nazis no se "atrevieran" a despertar a Hitler durante el desembarco por miedo a su ira... TODO está incluido en esta película, lo que le confiere un carácter de documental que particularmente me encanta.

La cantidad de información y detalles a tener en cuenta y su fidelidad son el mejor punto para cualquier "fanático" de la SGM (aunque se rumorea que el presidente Eisenhower salió de la sala de cine a los pocos minutos de comenzar la proyección por, a su juicio, las muchas inexactitudes que estaba viendo). Se hace mención a datos muy curiosos, como las tácticas de distracción usadas por los aliados, en la forma de "paradummies", o paracaidistas señuelo que se lanzaron por la noche para desconcertar a los defensores (en la imagen podemos ver uno, aunque en la realidad era sacos de arena y no estaban tan elaborados).También se habla del absoluto convencimiento de Hitler de que el desembarco definitivo iba a realizarse por el paso de Calais y a su negativa a desviar a las divisiones blindadas de reserva hacia Normandía, un hecho que marcaría el éxito del desembarco y al que contribuyó en gran medida nuestro héroe Joan Puyol.

Me ha impresionado mucho también lo épicas que son las diferentes batallas, pese a la antigüedad del filme : en mi retina se han quedado las escenas de los paracaidistas en Saint Mere-Eglise, los comandos ingleses y franceses avanzando por el pueblo de Ouistreham entre el fuego de artillería (impresionante travelling, lo mejor de la película), los 2 cazas Messerschmitt Bf-109 de la Luftwaffe que fueron los únicos en salir hacia la playa aquel día, o al general Cotta y a los ingenieros de la 29 atascados en la playa de Omaha... el nivel de realismo se aprecia en detalles tan nimios pero efectivos como que, mientras los protagonistas están hablando, pueden escucharse (aunque no verse) los aviones a reacción sobrevolando sus cabezas...

En definitiva, mi valoración personal para esta película es de 10 sobre 10, sin lugar a dudas. Seria realmente interesante que se planteara un remake  con los medios de los que se dispone hoy en día, la verdad.