jueves, 21 de julio de 2016

Wings of Prey : Batallas aéreas de la Segunda Guerra Mundial

¿Alguna vez has querido experimentar lo que sentía un piloto de la RAF a los mandos de un Spitfire en plena Batalla de Inglaterra? ¿O dirigir un escuadrón de bombarderos sobre Berlín mientras el fuego antiaéreo y decenas de cazas nazis Bf-109  intentan derribarte? Entonces Wings of Prey es el juego que estabas buscando.




Wings of Prey es un estupendo trabajo de la desarrolladora Gaijin Entertainment que mezcla dos conceptos de los que soy un fan incondicional : la Segunda Guerra Mundial y la simulación de vuelo. Así que no me costó mucho lanzarme a por él cuando lo ví en la tienda.

Sí... sé perfectamente que el género está un poco "explotado" y que quizá a estas alturas ya hay poco que aportar en este tipo de juegos, salvo gráficos mas espectaculares. Pero ahí os dejo unas cuantas razones por las que merece la pena:


Espectacular en todos los aspectos


Si me pidieran una sola palabra para definir Wings of Prey, diría que, ante todo, es un juego ÉPICO.
Tras un tutorial de vuelo bastante completo (y lo más importante para mi : relativamente breve y que no sobrecarga con excesivas instrucciones), empiezas el modo campaña en Inglaterra a los mandos de un Hawker Hurricane de la Royal Air Force. Tu misión : defender la legendaria ciudad de Dover de las oleadas de bombarderos nazis.




A partir de este momento, la espectacularidad va en aumento. Escuchas por la radio los comentarios de tus compañeros de patrulla mientras sobrevuelas la ciudad y el puerto. Olvídate de ciudades gráficamente pobres, planas o texturizadas y de terrenos de mala calidad : aquí directamente puedes volar a ras de tejados de casas perfectamente definidas, y casi notar el golpeo de las ramas de los árboles. La música es suave, perfectamente sincronizada con la escena que estás viviendo.

Y entonces llega el gran momento. Tu enlace en tierra anuncia un bombardeo inminente detectado por el radar y escuchas claramente las sirenas de alarma en la ciudad. Tu escuadrón enfila el puerto y el Canal de la Mancha, en formación de ataque. De repente, aparecen decenas de bombarderos Heinkel He 111 de entre las nubes, escoltados por una miríada de los míticos cazas Bf-109.






Te sientes un poco desconcertado ante tantos objetivos que vienen directos hacia ti, así que seleccionas el que tienes más cerca. Mientras se va acercando, empiezas a disparar tus ametralladoras Browning sin parar : literalmente, ves salir disparados los cartuchos de las balas y las trazas del humo que desprende la ametralladora. El sonido de las ametralladoras es impresionante.

La música empieza subir de tono y alcanza su climax, convirtiéndose en uno de los elementos clave del juego. Cuando pasas a toda velocidad cerca de los bombarderos y los cazas, escuchas el rugido de sus motores. Poco a poco vas derribando aviones, el aceite de sus motores en llamas te salpica en la cabina y ves como caen dejando estelas de humo y fuego, mientras desde su interior van saltando los tripulantes en paracaídas. Mientras tanto, los terrenos cercanos a la ciudad están llenos de incendios por las bombas y los aparatos que no cesan de caer...

A estas alturas, ya estaréis deseando ver un video, así que os dejo este extraordinario montaje cortesía de Exclusive992. Pantalla completa y auriculares/altavoces a tope, por favor!! Climax a partir del minuto 1:10.



Distintos modos de juego : Arcade, Realista y Simulación


Ya está. Te has pasado la campaña. Eres el amo de los cielos, el descendiente directo del Barón Rojo. Serías capaz de cargarte tú solito a toda la Luftwaffe y aparcar tu avión en el mismísimo Nido de las Águilas para darle a Hitler una patada en toda la boca...

Entonces pruebas el modo realista. Con toda confianza empiezas la campaña de nuevo, pensando que será coser y contar. De repente, te das cuenta de que el avión se te va para todos lados menos para donde tu quieres : ya no hay asistencia automática al vuelo. Cuando intentas hacer un giro con mucha aceleración, tu piloto pierde el conocimiento o, peor aún, el avión entra en barrena y no tienes forma de controlarlo... te caes al mar 14 veces seguidas...

A duras penas, consigues enfilar un escuadrón de Stukas y empiezas a disparar, pero con cada ráfaga de ametralladora el avión se te desplaza varios centímetros hacia el lado contrario y te cuesta la vida alcanzar a tu objetivo. Desconcertado, te das cuenta de que no serías capaz de darle ni a un pato mareado volando justo enfrente de tu visor! Se acabó el sistema de corrección automática de disparo, ahora estas disparando a la antigua usanza y sin ayuda del ordenador.




Aquí es donde el juego alcanza ya su máxima diversión. Para ser honestos, siempre he sido muy amigo del modo Arcade, donde todo es mucho más sencillo y las batallas son siempre espectaculares... sin embargo, cuando por fin consigues tener la suficiente destreza para dominar bien tu avión y hacer maniobras con cierta soltura, sencillamente acabas enganchándote.

Os puedo garantizar que no hay nada como perseguir un caza nazi con un avión ruso IL-2 Ilyushin por medio Stalingrado y, tras varios rizos, escapadas y giros "in extremis" esquivando amigos y enemigos, derribarlo justo en el último instante mientras tus camaradas te gritan "Hurra!!" por la radio.




Por si todo esto fuera poco, también dispone de un modo de juego "On Line", que multiplica las horas de diversión.

En resumen, un juego sencillamente espectacular y muy muy completo, para amantes de la simulación, la Historia y los aviones en general.



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