El destino de la Unión Soviética no hubiera sido el mismo de no ser por personajes como él. Fue uno de los mejores comandantes de la Segunda Guerra Mundial, un autodidacta, un superviviente de las purgas del comunismo y del propio Stalin, la pesadilla de las divisiones nazis que invadieron la madre patria y, ante todo, un estratega excelente que supo frenar el avance ruso en el corazón de Rusia y darle la vuelta a una guerra que parecía perdida para los comunistas, convirtiendo una operación de defensa en una imparable contraofensiva hasta el Reichstag de Berlín, que acabó anexando media Europa a la URSS.
Un héroe de origen humilde.
Con tan solo 10 años, Zhukov pasaba ya 12 horas trabajando en la fábrica de su tío, donde se veía obligado a pasar las noches durmiendo en el suelo.
Precisamente, estos orígenes de humildad fueron uno de los principales recursos de su carrera como político y militar en la Unión Soviética, que supo aprovechar para escalar posiciones al presentarse como el modelo de auténtico comunista.
En 1915, un año después de estallar la Primera Guerra Mundial, la vida de Zhukov dió un giro inesperado al ser reclutado con 19 años. Ingresó en una división de dragones (caballería), en la que demostró su valor y habilidad y fue ascendido a oficial no comisionado, recibiendo dos veces la Cruz de San Jorge.
Sus antecedentes militares y sobre todo su pasado campesino le sirvieron para evitar que el Ejército Rojo, tras la Revolución de Octubre, pusiera el dedo sobre él y lo matara, tal y como ocurrió con muchos otros oficiales del ejército zarista a los que la Revolución Soviética "purgó". Tras recuperarse del tifus que había contraído durante la guerra, y ya integrado plenamente en la Revolución, recibió también la Orden de la Bandera Roja, llegando a General de brigada en 1930.
Tal y como hicieran otros grandes generales contemporáneos a el, Zhukov se posicionó muy pronto como un visionario de las nuevas técnicas militares, y se decantó especialmente por el potencial de los carros blindados, como hicieron sus homónimos aliados y nazis. Sin embargo, su predilección para experimentar maniobras con tanques no era del todo aprobada por sus superiores del partido comunista y el ejército : craso error.
Bautismo de Fuego en Extremo Oriente
Todo comenzó el 11 de mayo de 1939, tras una serie de escaramuzas en la frontera de la convulsa zona de Manchukuo o Estado de Manchuria, un estado supuestamente "independiente" que Japón gobernaba en la sombra desde el fin de la guerra ruso-japonesa. Para que nos hagamos una idea, la situación en esta zona fronteriza podría asemejarse a la que se vive hoy en día en la franja de Gaza, con continuas disputas entre Rusia y Japón por la hegemonía de la zona. El conflicto se convirtió en poco tiempo en una batalla a gran escala, que la historiografía soviética ha llamado tradicionalmente la batalla de Jaljin Gol, ya que tuvo lugar en las proximidades del río que lleva ese mismo nombre.
El propio Josef Stalin designó directamente a la joven promesa del Ejército Rojo para dirigir la operación y frenar el avance imperialista de Japón en la zona. Aquella joven promesa era Zhukov.
Casi 60.000 soldados soviéticos cruzaron el río Jaljin Gol y se lanzaron a la carga, en lo que a todas luces parecía un ataque frontal convencional que los japoneses creían poder frenar. Sin embargo, la táctica empleada por Zhukov guardaba una sorpresa : había reservado dos divisiones de tanques que, en poco tiempo, rodearon al enemigo por ambos flancos y acabaron con los suministros de la retaguardia, provocando la rendición japonesa en pocos dias.
Esta inteligente y arriesgada maniobra en Asia de Zhukov, que bien podría haberse usado como un claro ejemplo de la doctrina de "El Arte de la Guerra" de Sun Tzu, le valió para conseguir el título de Héroe de la Unión Soviética y ser ascendido a General... pero ésta no sería la única oportunidad de Zhukov para conseguir de nuevo el máximo reconocimiento de su patria...
Zhukov, luciendo las 3 medallas de Héroe de la Unión Soviética |
Su Consolidación en la Segunda Guerra Mundial
El destino tenía reservado para él un papel aun más importante en la Historia. A pesar de que Alemania y la Unión Soviética habían firmado el famoso Pacto de no Agresión o de Ribbentrop-Molotov, según el cual ambas naciones se comprometían a no atacarse mutuamente, Hitler decidió invadir la Unión Soviética en 1941por medio de la Operación Barbarroja (en honor a Federico I "Barbarroja", emperador del Sacro Imperio Románo Germánico).
La clave para Hitler era la conquista de las denominadas por él mismo como "ciudadelas del bolchevismo" : Leningrado y Stalingrado, ambas clave a nivel estratégico por su localización. La invasión comienza siendo un éxito arrollador; Churchill, informado de los planes de Hitler por su servicio secreto, había avisado al propio Stalin de la inminente operación.. pero la "habitual" paranoia de este último le había llevado a creer que sólo se trataba de una estratagema para que la URSS entrara en guerra con los nazis y ayudara a Inglaterra y Francia en su desesperada situación (como ocurrió en la Primera Guerra Mundial), así que los rusos, convencidos de que Hitler no violaría el pacto, ni siquiera habían preparado sus defensas de forma apropiada.
Tal y como había previsto el alto mando alemán, las defensas aéreas soviéticas (muy superiores pero sin baterías antiaéreas y sin el "aviso" anticipado de los modernos dispositivos de radar de los que ya disponían los ingleses en el frente Oeste) cayeron rápidamente ante los ataques de la Luftwaffe. La extraordinaria coordinación entre los cuerpos aéreos, blindados y de infantería nazis propició un avance sin pausa sobre toda la zona Occidental de la Unión Soviética.
Las cadenas de mando alemanes eran más cortas y sencillas, lo que significa que los oficiales de área no dependían de las órdenes directas de los altos mandos, acelerando la toma de decisiones tácticas.Por contra, los generales soviéticos de la zona Oeste seguían apegados a tácticas de guerra totalmente anticuadas, sin adaptarse a las necesidades de la nueva guerra que estaba teniendo lugar y que estaba consumiendo sus defensas, sin tregua. En la Guerra Civil Española, los generales comunistas que apoyaban a los republicanos ya habían hecho gala de su extremada "ortodoxia militar" a no salirse jamás de las órdenes y tácticas impuestas desde arriba (por muy inadecuadas que pudieran se) por el miedo a ser fusilados por sus superiores.
El alto mando Soviético no había aprendido, desgraciadamente, la lección que el propio Zhukov había proporcionado en Asia : las tácticas modernas que combinaban el uso de tanques y aviación, y de la que los nazis hacían gala de forma letal.
La desastrosa situación hizo que Zhukov criticara la estrategia seguida por Stalin y sus comandantes, una iniciativa muy temeraria por su parte, puesto que Stalin era muy dado a eliminar a todo aquel que se posicionara claramente en su contra o le criticara.No fue asesinado, pero sí destituido como Jefe del Estado Mayor y "degradado" a detener el avance del ejército alemán en Leningrado. La situación era, a todas luces, absolutamente desesperada para los rusos, cuyas bajas militares y civiles se contaban por miles a diario.
Tres ciudades para detener el avance nazi : Stalingrado, Leningrado y Moscú
Pero la gran realidad era que Hitler y sus estrategas estaban tremendamente equivocados al respecto de la capacidad bélica sovietica : literalmente, habían subestimado el potencial y las dimensiones del Ejército Rojo, por la sencilla razón de que no eran capaces de saber con exactitud hasta dónde llegaban sus recursos.
Y es aquí donde entran en escena las verdaderas causas del fracaso de la Blitzkrieg en el frente soviético : el terrible invierno (Hitler pensaba que conquistaría Rusia en pocos meses, por lo que ni siquiera equipó a sus tropas inicialmente con la logística invernal necesaria), la reorganización y el enfoque de toda la nación comunista a defender su patria, desarrollando la industria de guerra a un nivel y velocidad de producción nunca antes visto y, ante todo, al hecho de contar con generales de la talla de Zhukov, que ahora ya gozaba del apoyo y la autonomía necesaria para tomar decisiones tácticas.
Tras defender con éxito el avance alemán sobre Leningrado, que estuvo a punto de ser tomada por los nazis, Zhukov volvió a ser tomado en cuenta por Stalin y fue asignado para la defensa de Moscú, orquestando la enorme transferencia de tropas rusas desde el extremo oriente y consolidando las defensas rusas, que comenzaban a ser cada vez más superiores y mejor organizadas.
Zhukov sabía, por el mismo espía inglés que había alertado de la invasión alemana, que Japón no estaba dispuesta a atacar el flanco oriental /siberiano de la Unión Soviética (algo que provocó la ira de Hitler en más de una ocasión, dado que contaba con ello), lo que le convenció para traer poco a poco la gran mayoría de las reservas del Este y concentrarlas en secreto cerca de Moscú.
La inminente llegada de los ejércitos alemanes había obligado a trasladar el Gobierno Soviético a la ciudad colindante, pero Stalin decidió quedarse en Moscú para dar ejemplo a los soldados y a los aterrados 24000 civiles que quedaban, que no podían abandonar la ciudad por la controvertida orden "Ni un paso atrás". A pesar del gran peligro que suponía el hecho de que los nazis estaban a las puertas de la ciudad, Stalin decidió realizar el tradicional desfile en la Plaza Roja en conmemoración de la Revolución Rusa de Octubre. Algunos de los tanques que participaron en el desfile acababan de salir literalmente de la fábrica, sin pintar... tanto los tanques como las tropas fueron enviadas desde el propio desfile al campo de batalla.
Cada casa, cada edificio y cada calle se había fortificado para montar una batería antiaérea o un nido de ametralladoras y resistir la ofensiva nazi, que se encontraba ya a sólo 42 Km de la capital.
Un mes después, el 5 de Diciembre, en lo que se considera la mejor operación logística de la defensa de la Unión Soviética, Zhukov consiguió reunir 88 divisiones de infantería (gran parte de ellas de las reservas que habia conseguido traer desde Siberia) y más de 1500 tanques, muchos de los cuales estaban recién salidos de la misma fábrica de Moscú. Entre dichos tanques se encontraba el excelente T-34, probablemente el mejor tanque que se desarrolló en la Segunda Guerra Mundial.
Una vez más, el temible invierno ruso había frenado el avance de las tropas germanas, cuyas lineas de suministro estaban ya demasiado estiradas y, en ocasiones, incluso cortadas. Zhukov aprovechó esta coyuntura para asestar un golpe definitivo con el ejército que había reunido a los nazis , que se vieron obligados a desistir de la toma de la capital comunista. Moscú había sido salvada.
Pero aún quedaba la ciudad de Stalingrado. Mantener esta ciudad era clave, pues no sólo suponía un importante enclave industrial militar, sino que disponía de un puerto pluvial a orillas del Rio Volga y actuaba de nudo ferroviario nacional; y lo más importante: su pérdida a manos de los alemanes aislaría al sur del país y lo dejaría separado del centro, dando acceso directo a los alemanes al deseado petróleo que estaban buscando. No sólo eso, sino que ademas, era la ciudad que llevaba el nombre del lider
La mayor de todas la batallas
No hay palabras ni imágenes suficientes que puedan describir la magnitud que tuvo la batalla de Stalingrado, desarrollada entre el 23 de Agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943 : se calcula que entre 3 y 4 millones de personas de ambos bandos murieron en ella, en lo que se considera la batalla más sangrienta de toda la Historia.
Stalin había ordenado que los civiles no abandonaran la ciudad, obligando así a los milicianos soviéticos locales a luchar por sus propias familias en sus casas. La famosa orden "Ni un paso atrás" condenaba a muerte a todo soldado que retrocediese, mientras las oleadas de soldados casi al descubierto se sucedían continuamente, convirtiendo los ataques en masacres como las que se veían en la Primera Guerra Mundial, muchos soldados acudían al frente sin ni siquiera tener un rifle, y las mujeres eran obligadas a entrar en batalla.
La guerra de carros blindados y de aviones pronto se convirtió en una guerra de guerrillas por toda la ciudad, donde los tanques Panzer no podían hacer nada en la calles cerradas y la artillería no podía ser usada porque no se sabía a ciencia cierta si el edificio contenía amigos o enemigos. Cada calle, cada casa, cada pozo de alcantarilla se peleaba hasta la muerte, cambiando de bando varias veces en un mismo día.
En estas desgarradoras circunstancias, Zhukov, recién nombrado Comandante en Jefe asistente (sólo por debajo del propio Stalin) fue asignado para la defensa de la ciudad, tras su innegable éxito en Leningrado y Moscú. Junto con el Mariscal Aleksandr Vasilevski, planificó la Operación Urano, dirigida a liberar a Stalingrado del yugo alemán. Stalin concedió a ambos generales todos los recursos que habían solicitado, convencido de la imperiosa necesidad de desbloquear el cerco.
La gran estrategia de Zhukov aquí era proveer a Stalingrado de los soldados suficientes para mantener ocupados al 6º Ejército Alemán, comando por Friedrich Paulus, mientras que en secreto formaba otro ejército de reservistas soviéticos apoyados por un elevado número de tanques T-34, de los que los alemanes ni siquiera tenían constancia.
La clave : atacar con este segundo ejército a la retagurdia del ejército alemán, que estaba defendida por soldados rumanos (anexionados al ejército nazi) y con una capacidad de batalla muy inferior. Esta maniobra recuerda claramente a la que ya había realizado Zhukov en Manchukuo. En ambas, la información provista por los servicios de Inteligencia y de espionaje fueron decisivos.Tal y como estaba previsto, los rumanos cayeron aplastados por las fuerzas soviéticas, dejando al 6º Ejército Alemán y sus 250.000 soldados completamente aislados, encerrado entre los dos ejércitos soviéticos y sin recursos... era el principio del fin para los alemanes.
Sin posibilidad de recibir suficientes suministros por el aire y con único aeródromo que no daba a basto por los continuos ataques rusos, los alemanes, que morían de inanición, tifus y disentería a consecuencia del cerco, terminaron rindiéndose el 2 de Febrero de 1943. En palabras del propio Paulus, a Hitler no le importaba en absoluto la vida de sus soldados. De nada sirvió que Hitler le ascendiera a mariscal pocos días antes, buscando evitar que se rindiera por honor y se suicidara en el peor de los casos (nunca antes un mariscal alemán se había rendido, de hecho). Se dice que Paulus dijo literalmente que no pensaba pegarse un tiro por un "simple cabo" (en referencia al Führer).
Era el final del cerco a Stalingrado... pero más importante aún : era la primera gran derrota de los nazis en el Este. Zhukov había conseguido darle la vuelta a la guerra y convertir a los soviéticos de defensores a atacantes.
Imparable carrera hacia Berlín : Operacion Bagration
Cabe destacar que Zhukov reclamó para sí el éxito de esta operación en Stalingrado, pero lo cierto es que Stalin atribuyó el honor a los generales Chuikov y Vasilevsky (auténticos estrategas en la guerra urbana) lo que contribuyó a un clima de distensión entre Zhukov y Chuikov. Tensiones aparte, Zhukov volvió a ser el "elegido" por Stalin para frenar la úlima gran contraofensiva de los nazis en la Batalla del Kursk, frenando nuevamente la única posibilidad de los alemanes de contener a los rusos y darle la vuelta a la guerra nuevamente.
A partir de aquí, y en el marco de la Operación Bagration y la Batalla de Berlín, Zhukov dirigió al ejercito comunista en una carrera imparable hacia el corazón de Berlín, convirtiéndose en el primer comandante en llegar a la capital de Alemania y reclamar la rendición de la Alemania Nazi.
Coronado como el mayor héroe de la Unión Soviética de la Gran Guerra Patriótica, Zhukov volvió a Moscú para liderar el Desfile de la Victoria en la Plaza Roja, a lomos de un caballo blanco.
Tras la guerra, y nuevamente a consecuencia de la paranoia continua de Stalin, que veía en Zhukov a un claro rival aclamado por las masas civiles y militares que potencialmente podí destituirle, es relegado a puestos de menor importancia, con objeto de sacarle de la imagen pública.El propio general norteamericano Dwight Eisenhower se mostró como un claro admirador de Zhukov, lo que provocó la ira de Stalin en un momento en el que el antagonismo entre el capitalismo americano y el comunismo ruso empezaban a cobrar la importancia que luego desencadenaría la Guerra Fría.
A la muerte de Stalin, Zhukov fue "rescatado" y devuelto a la primera línea política por el Primer Ministro Nikita Jruschov, llegando a convertirlo en Ministro de Defensa en 1956. No obstante, el desacuerdo de Zhukov con su política armentística nuclear hizo que le destituyeran al poco tiempo. Al margen de sus altibajos políticos, Zhukov no sólo es considerado por todos los historiadores como uno de los mayores estrategas de la Segunda Guerra Mundial, sino que tambíén es visto por el pueblo ruso como un ejemplo de resistencia, inteligencia y orgullo patriótico.
"Los jóvenes tendrán que continuar nuestra causa. Es muy importante que aprendan de nuestros yerros y de nuestros éxitos. La ciencia de vencer no es una ciencia sencilla. Pero quien aprende, quien aspira a la victoria, quien lucha por una causa en cuya razón cree, siempre vence. Me he convencido de ello a través de muchas enseñanzas de mi propia vida.
Al repasar todos los jalones de mi vida considero como el principal el que marca el comienzo de la cuenta que todos llevamos. ¡La revolución! La revolución dio a cada uno la posibilidad de probar sus fuerzas, de buscar, de comprender que es una parte del potencial creador del pueblo. Y cuando llegó la hora de defender esta principal conquista, sabíamos por lo que nos batíamos"
Fragmento final de la Biografía de Zhukov
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