Recientemente he tenido la oportunidad de volver a ver este clásico del cine bélico, del que mucho se ha escrito ya en los 17 años que han transcurrido desde su estreno; no podía faltar su correspondiente entrada en este blog de la SGM.
La Delgada Linea Roja, de Terrence Malick (1998) es una película que no te dejará indiferente, incluso si no eres seguidor habitual de este tipo de cine; principalmente porque cuenta con un reparto excepcional, plagado de buenos actores que podriamos decir que “orbitan” alrededor de tres actores centrales : Nick Nolte, Jim Caviezel y Sean Penn. Se ha llegado a decir que Sean Penn afirmó tener tanto interés en trabajar en una película de Malick que estaba dispuesto a no cobrar ni un céntimo por ello.
La trama se basa en la histórica Batalla de Guadalcanal, la cual fue trascendental en el teatro de operaciones del Pacífico, ya que fue en la isla del mismo nombre donde los americanos consiguieron frenar el avance japonés y tomar la iniciativa en esta zona, tras la batalla de Midway. Esta vuelta de tuerca no fue sencilla en absoluto, ya que los americanos tuvieron que sudar sangre para tomar la isla, en la que los japoneses ya habían iniciado la construcción de un aeródromo desde el que pudieran amenazar las rutas de suministro entre Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.
A nivel histórico, poco más nos aporta la película, ya que la idea del director era centrarse precisamente en la violencia y las situaciones extremas a las que se enfrentan los soldados. Una de las grandes bazas con las que cuenta la cinta es la extraordinaria fotografía: la trama se desarrolla en una isla realmente idílica, de paisajes impresionantes, que contrastan de forma radical con la brutalidad y crueldad de las secuencias de acción. .. algo que el director (del que he de reconocer que no tengo el gusto de haber visto ninguna otra de sus peliculas) buscaba de forma intencionada para reforzar el mensaje de la deshumanizada y absurda que es la guerra.
‘La Delgada Linea Roja’ no es, de ninguna de las maneras, un ‘Salvar al Soldado Ryan’ en el Pacífico : al contrario que ésta, su mensaje de fondo es puramente antibelicista y exento de patriotismo (por mucho que me guste la película de Spielberg, he de reconocer que adolece del “exceso de banderas”). En este filme, Malick consigue que experimentes la ansiedad, el miedo, el nerviosismo de los soldados antes de lanzarse al asalto de una colina… gracias sobre todo al reparto de lujo con el que cuenta. Magistrales las interpretaciones de Nick Nolte (un general que ve la isla como la gran oportunidad de su vida para conseguir el ascenso que lleva años buscando y que considera las muertes de los soldados como pérdidas necesarias), Sean Penn ( un sargento de pelotón asqueado de la guerra) del sobervio Jim Caviezel (una suerte de desertor obligado a volver a su unidad y podría decirse que es el personaje central) y de Elías Koteas (en el memorable papel del capitán Staros plantándole cara a Nick Nolte para no sacrificar a los soldados de su pelotón).
Acompañando a estos 4 magníficos, destacan también Woody Harrelson, John Cusack, Adrien Brody (muy escueto en esta película), Jared Leto (que empezó a hacer sus pinitos en el cine por aquel entonces), John Travolta y George Clooney ( que estuvo a punto de pedir que lo excluyeran oficialmente de la película porque el director eliminó casi todas sus escenas en el montaje final).
A nivel técnico, podemos decir que es una producción sobresaliente. La fotografía es inmejorable, con unos planos y escenas que se quedan grabados en la retina (el avance de las escuadras entre la hierba alta mientras se mueve por el viento es la escena más memorable de la película). El sonido es sensacional, muy logrado especialmente en los efectos típicos de las carabinas y rifles automáticos americanos. Mención aparte merece la banda sonora, obra de Hans Zimmer y John Powell, que acompaña a algunas escenas claves de forma sobrecogedora.
Hasta aquí lo bueno de la película… Porque para mi también tiene su parte “no tan buena”. Y es que la verdad es que, cuando la vi por primera vez hace unos años, me costó mucho avanzar en determinados momentos por la excesiva lentitud con la que se desarrolla la trama. Hay demasiadas escenas en las que los soldados se quedan absortos, mirando al infinito, pensando en modo ‘flashback’ en sus esposas y casas, o exponiendo sus pensamientos existenciales justo antes de enfrentarse a una muerte asegurada. Esto hace que la historia se dilate tanto que cuesta (bajo mi punto de vista) mantener el interés en el espectador. Sólo forzándole a verla la primera vez (tras dos intentos con varias paradas) pude apreciar al completo la calidad de esta película. En mi opinión, Malick se diluye demasiado en esas escenas de divagaciones y debería haberlas recortado, sobran por lo menos 20 minutos de película que pueden llegar a hacerte perder el interés y a impedir ver la historia en su conjunto.
En cuanto a su interés ‘documental’, algo en lo que me gusta mucho hacer hincapié, la película nos ofrece la posibilidad de ahondar un poco en la organización del ejército americano en el Pacífico, uniformes y armas, así como el del japonés. Pueden verse también barcas de desembarco Higgins, bombarderos en picado Douglas Dauntless y algunos barcos, en varias secuencias al principio, pero no mucho más; no obstante, la ambientación en general es muy buena. No aparecen blindados porque no se usaron en esta campaña/batalla.
Y para finalizar, como siempre, algunos datos curiosos : George Clooney no fue el más perjudicado por los recortes que hizo Malick en la versión final de la película, ya que al parecer también habían grabado escenas otros actores de renombre como Bill Pullman, Gary Oldman, Lukas Haas, Viggo Mortensen, Martin Sheen, y Mickey Rourke, pero todos ellos se quedaron fuera tras el ‘tijeretazo’ de Malick para la gran pantalla… para mi es inexplicable que se centrara tanto en escenas de “reflexión metafísica” y dejara fuera escenas de tan buenos actores, pero así de peculiar es este director… No obstante, también hay buenas noticias : puedes ver las escenas eliminadas en la edición de DVD (abajo tenéis una de las secuencias en las que aparece Mickey Rourke).
Y es que el amigo Terrence se quedó “en la gloria” grabando material : nada más y nada menos que 6 horas duraba el metraje original completo, asi que es normal que se dedicara a hacer recortes por todos lados… tantos recortes que al final se cargó tambien al narrador original de la historia, Billy Bob Thornton, que ya había grabado una narración de 3 horas que fue completamente borrada en pro de las voces de varios soldados. Fue tal la envergadura del proyecto que Sony Pictures no pudo hacer frente al coste de producción, por lo que la Fox tuvo que prestar algo de “efectivo”.
En resumidas cuentas, una obra realmente buena, que envejece bastante bien y gana con los años, pero que en su momento quedó muy eclipsada por la aclamada “Salvar al Soldado Ryan” de Spielberg, sin llegar a cosechar ni un solo Óscar.
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