En los últimos años, el cine ruso está contribuyendo al género bélico de la Segunda Guerra Mundial con algunas producciones que parecen intentar seguir la estela de filmes de carácter épico como 'Salvar al Soldado Ryan', si bien es cierto que todavía distan mucho de ser auténticos blockbusters. Tal es el caso de películas como 'White Tiger' o 'Stalingrado' en su versión de 2013.
Hay que reconocer que es un cine diferente al que estamos acostumbrados a ver, pero últimamente empieza a tomar tintes muy interesantes para los aficionados a la SGM y, más concretamente, en el frente oriental (el más sangriento y encarnizado de toda la contienda y en el que más medios humanos y militares se dispusieron), principalmente por la capacidad de poner en escena "unidades" que no hemos podido ver en otras películas . La Gran Guerra Patriótica sigue siendo hoy en día motivo de orgullo e inspiración para la sociedad rusa, precisamente por su carácter patriótico, en estos tiempos en los que los rusos parecen deseosos de reforzar su identidad.
The Bomber nos trae la historia del capitán Andrey Grivtsov, un piloto soviético cuyo bombardero es derribado en plena zona ocupada por los nazis. Junto a su compañero, el teniente Georgiy Linko (quien ejerce de némesis moral de esta historia), sufrirán distintos destinos: uno deberá escapar de las patrullas de ocupación y contactar con la resistencia compuesta por los míticos partisanos, mientras el otro será apresado e internado en un campo de prisioneros, donde la inteligencia alemana le obligará a actuar de agente doble y a traicionar a sus compañeros para salvar su propia vida.
En medio de esta aventura, aparece la novia del protagonista, Katya, una operadora de radio cuya misión es saltar con otros paracaidistas en territorio ocupado y contactar con la resistencia para realizar transmisiones de enlace. Katya acabará encontrandose con Andrey y juntos emprenderán la huida para cumplir sus respectivas misiones.
Lo que interesa de 'The Bomber' es que nos ofrece la posibilidad de ver en acción algunas unidades y aspectos del bando soviético que no han sido demasiado explotados o quemados en otras películas, empezando por el Túpolev Tu-2, un excelente bombardero diseñado para equiparar a los Stukas alemanes y de características tan sobresalientes que le valieron a Andrei Túpolev, su creador, su liberación de un campo de concentración ruso al que habia sido deportado tras haber sido acusado por Stalin de pertenencia a un partido ruso fascista clandestino. Aunque el Tu-2 sólo aparece en las escenas iniciales , cuando es atacado por un Messerschmit Bf-109, pero he de decir que es una las partes visualmente más atractivas de la película (es de hecho la escena en la que se centra el tráiler).
Otro de los alicientes que nos aporta esta película es la posibilidad de explorar un poco más la organización y verdadera 'envergadura' de la Resistencia de los partisanos sovieticos, a los que el partido comunista y el NKVD fueron confiriendo una doctrina militar, en toda regla. Valga como referencia el hecho de que los partisanos llegaron a controlar el 60% del territorio de Bielorrusia entre 1942 y 1943.
En coordinación con el Ejercito Rojo, realizaron cientos de acciones de sabotaje de vías de tren, puentes y lineas de suministro, operaciones de reconocimiento y transmisión, así como ofensivas organizadas en puntos de menor resistencia. Los alemanes, sometidos en muchos casos a una fuerte presión psicológica por los minúsculos pero continuos ataques y atentados de los partisanos (desde bombas en pozos a envenenamientos), ejercieron una represión brutal sobre las poblaciones locales, fusilando a miles de civiles a modo de venganza y como medida de persuasión.
Este tema de la resistencia es precisamente la trama central en torno a la que gira la película, reflejando muy bien la organización y el día a día de estos guerrilleros, que en muchos casos luchaban por sus familias.
No obstante, también tiene sus puntos negativos.
Tal y como me ocurriera ya con 'White Tiger', la película se me ha hecho exageradamente larga : son 180 minutos de metraje, que perfectamente podrían haberse recortado hasta los 90... Hay partes de la película que se hacen demasiado lentas, hasta el punto de que he tenido que verla en tres partes. A pesar de centrarse en un tema interesante, la trama en sí (o quizá mas la manera en que se desarrolla la misma) no consigue engancharte lo suficiente como para no terminar aburriéndote en determinadas escenas y apagando el monitor para (intentar) terminarla al día siguiente. La verdad es que hubiera sumado más puntos si la hubieran recortado.
La interpretación dista de ser sobresaliente, pero es suficiente, bajo mi punto de vista. Hay que tener también en cuenta que la película no ha sido doblada al español, por lo que hay que verla en ruso con subtítulos, lo que ya de por sí es un inconveniente.
En conclusión, no es una película digna de culto ni mucho menos, pero que todo coleccionista o interesado en la SGM no debe perderse, pues aporta bastante material sobre el Ejército Rojo, la ocupación nazi de la Unión Soviética y el movimiento partisano. El guión es un poco flojo, pero si le damos un enfoque de "documental", la experiencia en sí es positiva.
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