sábado, 27 de agosto de 2016

Nachtjägers : visión nocturna en la WW2



Es un hecho ampliamente conocido que el desarrollo de la tecnología militar fue una de las máximas de Hitler y la Alemania nazi. La superioridad del ejército alemán, al menos durante los primeros años de la guerra, no  vino dada exclusivamente por el excelente entrenamiento de sus tropas y por las innovadoras tácticas de la Blitzkrieg. Casi desde el final de la Primera Guerra Mundial, los generales de la Wehrmacht (lejos de asumir la derrota y tirar la toalla de cara al futuro) tuvieron muy claro que el dominio en el campo de batalla en el futuro próximo iba a estar determinado por el bando que dispusiera de una mejor tecnología ... y se pusieron manos a la obra casi de inmediato.

Esa superioridad tecnológica quedó patente en los pioneros diseños de los tanques Panzer (en especial los Tiger I y II), de las bombas V1 y V2 (cuya tecnología, de la mano del científico Werner von Braun, sentaría paradójicamente las bases para los misiles balísticos y los vuelos espaciales de las décadas venideras) y de aviones extraordinariamente avanzados para su época, como lo fue el Messerschmitt Me-262, el primer caza de combate a reacción de la Historia (con permiso del británico Gloster Meteor, que nunca llegó a entrar en combate),  o del inconcebible diseño basado en un cohete del Messerschmitt Me-163 que bien podría haber cambiado el curso de la guerra si los alemanes no hubieran tenido tantos problemas logísticos y de organización al final del conflicto.

De entre los muchos avances científicos y militares que se derivaron de esta enorme conflagración a escala mundial, uno de los que más ha llamado mi atención es el FG 1250, el primer sistema de visión nocturna por infrarrojos. Me resultó bastante impactante que el desarrollo de esta tecnología se hubiera producido durante la SGM, puesto que tenía el pleno convencimiento de que era mucho más reciente.

Vamos a ver cómo surgieron estos dispositivos y cómo se usaron realmente.




No hay que ser un estratega para darse cuenta de que la posibilidad de desplegar operaciones ofensivas durante la noche supone una ventaja táctica destacable. Hasta los años 30, esa opción estaba limitada al uso de focos enormes y bengalas de magnesio, que fueron ampliamente utilizadas también durante la Primera Guerra Mundial. No obstante, las bengalas iluminaban todo el terreno (revelando también las posiciones de quienes las lanzaban) y ardían sólo por un corto espacio de tiempo. Lo que de verdad era necesario era desarrollar la capacidad de ver sin ser vistos.

Fue en la década de los años 30 cuando el desarrollo de campos como el de los osciladores y los tubos de rayos catódicos hicieron posible la implementación de los primeros dispositivos de visión nocturna. La empresa a cargo del proyecto fue AEG (General Eléctrica Alemana), que para 1935 había completado ya con éxito su primer prototipo de visión por infrarrojos... sin embargo, la Wehrmacht demostró poco interés por él en ese momento, al no ver una aplicación militar directa.


Como de costumbre, las necesidades del campo de batalla eran las que definían las prioridades de investigación, y para 1943 el Frente Oriental suponía una autentica pesadilla para los alemanes, ya que los soviéticos acostumbraban a lanzar ataques durante la noche. El coronel Guderian, viendo el potencial de este nuevo dispositivo, impulsó su desarrollo, consiguiendo que a finales de ese mismo año viera la luz la mira FG 1250, equipada con un foco de infrarrojos de 30 cm de diámetro... este foco resultó pequeño y fue en poco tiempo sustituida por una de 60 cm; el dispositivo completo fue montado en un semioruga Sd Kfz 251.





El problema de fondo, como suele ocurrir siempre, es que la producción de estas miras era extremadamente cara, como ocurre con todos los avances en armamento hasta que se consigue su industrialización... por este motivo, la producción en "masa" (aunque el volumen total de dispositivos creados fue realmente muy pequeño) no ocurrió hasta mediados de 1944.

¿Cómo funcionaban estos visores?


El funcionamiento en sí es bastante sencillo : todo se basa en el tándem foco infrarrojo - visor.

El foco (alimentado normalmente por 12v y basado en la típica y convencional bombilla estándar de tungsteno) lleva un filtro que permite sólo el paso de luz infrarroja (IR), invisible para el ojo humano, mientras que el visor "recibe" la luz IR reflejada por el objetivo y la convierte en imágenes visibles para el que está manejando el dispositivo... de hecho así es como operan, en esencia, los visores IR modernos. El foco IR solía tener un alcance medio de unos 600 metros, dependiendo de su tamaño.



Aquí podemos ver el visor IR FG 1250 montado en la cúpula de comandante de un Panzer (a la izquierda), junto al foco IR.
Los informes de batalla que evidencian su uso real en combate son muy escasos y dispersos... pero lo que sí sabemos es que los alemanes habían ideado 2 configuraciones distintas :

La primera de ellas se basaba en la instalación de  un visor y un foco en la cúpula del comandante de un tanque Panther, lo que permitía girar la mira 360º, pero poco tiempo después se hizo común el uso combinado de 2 vehículos : un tanque Panther equipado con el visor, y al menos un semioruga Sd Kfz 250 que portaba un foco de mayor tamaño en su zona de carga (ver imágenes más arriba). Así pues, la táctica usada era que los semiorugas iban "iluminando" las zonas en las que se sabía que estaba el enemigo, mientras los tanques Panther identificaban al objetivos y disparaban con sus cañones... y todo esto en plena noche, sin necesidad de luz normal alguna.

La segunda solución aportaba mucha más autonomía a los Panthers,  ya que dotaba de un combo completo de visor IR + foco IR de 30 cm al conductor, al artillero y al comandante (3 dispositivos en total) prescindiendo del foco del semioruga y permitiendo al conductor poder moverse en condiciones de visibilidad nula durante la noche. Pese a que esta solución era mucho más mortífera por las posibilidades que planteaba, el elevado coste de tener que montar 3 unidades por tanque hizo que no llegara a usarse en combate real.

Como ya hemos indicado,  pocos informes de batalla mencionan el uso de esta tecnología por parte de los alemanes (quizá se usó más de lo que se cree y no se documentó), pero se tiene constancia de que se desplegaron varias unidades Panther con visores IR en al menos dos zonas : en las Colinas de Seelow antes de la Batalla de Berlín y, sobre todo, en el Frente del Este, en la zona de Hungría. Parece ser que Guderian habia recibido información de que Estados Unidos y Gran Bretaña contaban ya con armas que podían detectar el uso de IR, por lo que preferió usarlo casi exclusivamente contra los soviéticos.

Pero lo más sorprendente de todo es que los alemanes también consiguieron adaptar la mira para su uso por parte de la infantería, para lo cual se creó una mira especifica llamada ZG 1229, a la que le pusieron el acertado sobrenombre de "Vampir" (vampiro).






La mira Vampir llevaba un pequeño foco de unos 12 cm de diametro montado justo encima, de menor alcance que los de la FG 1250, pero suficiente como para detectar objetivos y fijar el fuego sobre ellos. Ambos elementos iban alimentandos por un par de grandes baterías (una para el visor y otra para el foco) que el soldado llevaba en una especie de mochila. El conjunto completo pesaba casi 15 kilos en total.

El Vampir se adaptó casi específicamente para el fusil de asalto Mp-44, si bien se conoce que también se usó de manera puntual con ametralladoras MG-34 y MG-42. A los soldados que portaban estos dispositivos se los conocía como Nachtjägers (cazadores nocturnos), siendo desplegados en la mayoría de ocasiones como francotiradores que hostigaban a los pelotones soviéticos del Frente del Este durante la noche.

viernes, 26 de agosto de 2016

Gueorgui Zhukov : El Mejor General de la URSS

El destino de la Unión Soviética no hubiera sido el mismo de no ser por personajes como él. Fue uno de los mejores comandantes de la Segunda Guerra Mundial, un autodidacta, un superviviente de las purgas del comunismo y del propio Stalin, la pesadilla de las divisiones nazis que invadieron la madre patria y, ante todo, un estratega excelente que supo frenar el avance ruso en el corazón de Rusia y darle la vuelta a una guerra que parecía perdida para los comunistas, convirtiendo una operación de defensa en una imparable contraofensiva hasta el Reichstag de Berlín, que acabó anexando media Europa a la URSS.



Un héroe de origen humilde.


Zhukov nació en 1896 en la región de Kaluga, en el seno de una familia pobre dedicada al campesinado, como la inmensa mayoría de las familias de la época, en una Rusia regida y dirigida por los designios de Nicolás II, el último zar. Fue este entorno de pobreza, trabajo y supervivencia el que forjó la identidad y el carácter de Zhukov, quien se prometió a si mismo que conseguiría un futuro digno. A pesar de las dificultades, sus padres se aseguraron de que recibiera una formación básica en la escuela.
Con tan solo 10 años, Zhukov pasaba ya 12 horas trabajando en la fábrica de su tío, donde se veía obligado a pasar las noches durmiendo en el suelo.

Precisamente, estos orígenes de humildad fueron uno de los principales recursos de su carrera como político y militar en la Unión Soviética, que supo aprovechar para escalar posiciones al presentarse como el modelo de auténtico comunista.

En 1915, un año después de estallar la Primera Guerra Mundial, la vida de Zhukov dió un giro inesperado al ser reclutado con 19 años. Ingresó en una división de dragones (caballería), en la que demostró su valor y habilidad y fue ascendido a oficial no comisionado, recibiendo dos veces la Cruz de San Jorge.

“Es mi turno. Voy a luchar lo mejor posible pues soy leal a mi país”. Zhukov durante la Primera Guerra Mundial, poco antes de mostrar su lealtad al Ejército Rojo. A la derecha, soldados rusos partiendo hacia el frente.

Sus antecedentes militares y sobre todo su pasado campesino le sirvieron para evitar que el Ejército Rojo, tras la Revolución de Octubre,  pusiera el dedo sobre él y lo matara, tal y como ocurrió con muchos otros oficiales del ejército zarista a los que la Revolución Soviética "purgó". Tras recuperarse del tifus que había contraído durante la guerra, y ya integrado plenamente en la Revolución, recibió también la Orden de la Bandera Roja, llegando a General de brigada en 1930.

martes, 23 de agosto de 2016

Independence Day: Contraataque ... Un Desastre Absoluto


Normalmente mis entradas tienden a (e incluso pecan de) mostrar un carácter de valoración positiva, sobre todo en las referentes al cine y a las series que sigo. Y esto se debe al hecho de que concebí este blog con la idea de hablar de cosas que me gustan, evitando en la medida de lo posible las críticas destructivas... pero mucho me temo que ese no es el caso de esta entrada. 

Hoy vengo a expresar mi malestar y mi enorme cabreo por ese "intento" de segunda parte (y a la postre y muy previsiblemente trilogía) que Roland Emmerich ha dirigido. 'Independence Day : Contraataque' (en adelante y para acortar, ID2) no es sólo una mala película... Es una forma ridícula de destrozar la historia de la cinta original de 1996 que tanto me gustó siendo un adolescente.


ATENCIÓN : Esta entrada contiene un alto nivel de spoilers y no deberías leerla si tienes intención de ver la película (aunque te recomiendo que no lo hagas).













He de reconocer que la idea de una segunda parte de ID me parecía buena. Ahondar un poco más en el origen de esos perversos alienígenas que habían lanzado la mayor invasión cinéfila de la historia (si, admitámoslo... después de ID no hubo nada tan épico, por mucho que lo intentaran 'Battle los Angeles' ,'Skyline' y 'Battleship') era algo que todos los fans de la primera película siempre quisimos, ya que quedaban muchos frentes abiertos que daban pie a más de una secuela. De hecho, me sorprendió que Roland Emmerich no aprovechara el tirón de la primera parte para lanzar una segunda al poco tiempo de su estreno, pero viendo que tampoco lo había hecho con la mítica 'Stargate' no me extrañó en exceso ... Al fin y al cabo, lo que a Emmerich le atrajo posteriormente fue el cine de catástrofes, puro y duro (véanse '2012' o 'Godzilla')

El caso es que 20 años después, siendo ya algo maduritos los que vimos la pelicula original, viene el bueno de Roland y decide seguir con la historia relatándonos cómo la humanidad se ha preparado para un más que previsible contraataque de esos belicosos aliens que estuvieron a punto de barrernos del mapa con su tecnología basada en escudos protectores y armas de destrucción masiva.




De entrada, el proyecto ya contaba con una carencia importante : Will Smith no iba a participar. Se ve que ya se olía que esto iba a ser un auténtico borrón en su carrera, o quizá (más probable aun)  que su caché a estas alturas es demasiado alto para el presupuesto con el que contaba el filme...fuera lo que fuera, más le hubiera valido al amigo Roland haber dedicado parte de los fondos a 'captar' a Smith. Y el motivo es bien sencillo (y aquí viene la primera crítica) : con el permiso de Jeff Goldblum, no hay ni un solo actor que lo haga medianamente bien en esta secuela. La interpretación ralla en el absurdo, una auténtica basura. Verdaderamente hacia tiempo que no veía actuaciones tan malas, incluyendo a Bill Pullman, que ha pasado de un aceptable trabajo como abnegado presidente de Estados Unidos en la primera a desinflarse por completo en la segunda, sin pena ni gloria y con un desarrollo realmente pobre, repitiendo además su hazaña patriótica de hacer de piloto de combate en los momentos más críticos, a pesar de estar retirado y en tratamiento psiquiátrico... apoteósico, vamos.

Scythe y el universo de 1920+

  Bienvenidos a Europa del Este en unos años veinte muy distintos de aquellos felices y prósperos que nos describen los libros de historia....