lunes, 27 de junio de 2016

Dora, el cañón más grande de la historia

¿Cuál sería tu respuesta si te preguntaran por un arma de 1350 toneladas de peso, 50 metros de largo y una dotación de 1500 efectivos?  Posiblemente pensarías que se trata de un destructor, un portaaviones o incluso un acorazado. En este caso, la respuesta no es tan obvia :  son las características de Dora, el súper cañón construido por los nazis durante la guerra y el mayor desarrollado hasta nuestros días.




La madre de todas las piezas de artillería


La megalomania de Hitler y su plana mayor no sólo se reflejaba en su deseo de remodelar la ciudad de Berlín con edificios de características titánicas, sino que quedó especialmente patente en el diseño y desarrollo de armas super-pesadas, como el tanque Tiger II (el de mayor blindaje y potencia de fuego de la IIGM), el acorazado Bismarck o el mortero autopropulsado Thor.

Dora, o más concretamente el cañón 80-cm Eisenbahngeschütz , fue concebido como un cañón de asedio de gran calibre (800 mm), orientado a operaciones de sitio de ciudades y bombardeo estratégico de fortificaciones y lineas de defensa del enemigo, con una potencia de fuego superior a la de cualquier batería de artillería existente.





Fue diseñado y fabricado por la famosa empresa alemana Krupp (una de las principales suministradoras de armas de Alemania durante las dos grandes guerras del siglo pasado). Por sus enormes dimensiones, sólo podía ser transportado a través de raíles de tren, para lo que se necesitaba un total de 25 vagones de carga. Esta limitación de transporte por medios ferroviarios obligaba incluso a la construcción de tramos de vía en las zonas en la que se quería emplazar el cañón, en caso de que no existieran.

El montaje tampoco distaba de ser titánico : se requerían más de 6 semanas para desplegar la estructura entera y dejarla lista para el servicio, durante las cuales todo el proceso era estrictamente monitorizado por un pequeño pelotón de ingenieros civiles de Krupp, quienes daban las instrucciones precisas a los soldados asignados. Para poder mover y ensamblar toda las piezas de la estructura, el cañón contaba también con dos grúas permanentes de mas de 10 toneladas.

Todo un batallón a su servicio


Resulta obvio que un arma de semejantes características requería de una gran cantidad de operarios para su manejo. La dotación "base" del cañón era de 500 hombres, dedicados en exclusiva a tareas de mantenimiento del mismo; a estos se sumaban otros casi 1000 soldados más, destinados a proteger el perímetro del cañón ante posibles ataques; una gran parte de estos soldados estaban asignados a varias piezas de artillería antiaérea, colocadas estratégicamente alrededor del cañón, con objeto de protegerlo de ataques de cazas y bombarderos aliados.





Lo cierto es que, teniendo en cuenta el coste de este caprichoso "juguete" de la Wehrmacht (nada más y nada menos que 7 millones de Reichmarks) y su complicado montaje y funcionamiento, resulta coherente el interés de los generales de velar por su seguridad ante ataques y sabotajes del enemigo, por lo que las patrullas de centinelas en los alrededores del cañón eran continuas, las 24 horas del día.

Junto al cañón se colocaba también un pequeño cuartel general para el coronel al mando del cañón y el personal de "Control de Fuego", que se encargaba de hacer los cálculos de elevación, ángulo etc, para que cada tiro fuese los más preciso posible.

La cadencia de tiro (velocidad con la que se hacen los disparos) era sólo de 14 disparos al día. Puede parecer irrisorio frente a las cadencias que se manejaban entonces, pero hay que tener en cuenta que cada obús pesaba la friolera de 7 toneladas, por lo que colocarlos en el tubo del cañón requería del esfuerzo y coordinación de decenas de operarios.

Por no mencionar el hecho de que cada impacto de este cañón podía desatar un pequeño infierno en el radio de 25 km que cubría.





Objetivo : Sebastopol


Originalmente, el cañón Dora se creó para bombardear las fortificaciones de la famosa linea Maginot, una enorme linea defensiva de búnkeres que Francia había desarrollado a lo largo de su frontera con Alemania durante los años 30 para protegerse ante una invasión y en la que los franceses confiaban plenamente por considerarla inexpugnable.

Sin embargo, la invasión de Francia fue un éxito estratégico sin precedentes, ya que contra todo pronóstico los alemanes avanzaron por el bosque de las Ardenas (algo impensable para los galos) en lugar de atravesar la fuertemente defendida Linea Maginot.De este modo, para cuando el cañón Dora estaba operativo, Francia habia sido invadida ya con éxito, por lo que no era necesario en el frente. El gigante artillero se había quedado sin objetivo al que disparar.

A partir de ahí, los generales alemanes, deseosos de probar su flamante super-cañón, empezaron a buscar nuevos objetivos. Uno de los que se barajó en su momento fue, curiosamente, Gibraltar.


Puerto de Gibraltar durante la Segunda Guerra Mundial


La colonia del Peñón de Gibraltar era un objetivo estratégico clave para los brítánicos, puesto que permitía a la Royal Navy disponer de un puerto importantísimo para sus barcos en el Mediterráneo. Además, el Estrecho, de tan sólo 14 km de anchura, era fácilmente controlable para la marina, por lo que impedia a la Kriegsmarine su entrada en zona mediterranea para ayudar a los italianos.

En el marco de la Operación Félix (invasión alemana de Gibraltar) se planteó transportar el cañón Dora a territorio español para que participara en el bombardeo de la colonia y el peñón (fortificada al máximo en aquel entonces). Sin embargo, esta operación se canceló finalmente porque Franco temía las represalias de los británicos y aliados, excusándose en que España estaba muy debilitada tras la Guerra Civil.

Llegados a este punto, parecía que no iba a ver oportunidad de probar sobre el terreno el mayor cañón jamás construido... hasta que llegó el ataque a Sebastopol.

Una de las fortalezas de Sebastopol


Durante la campaña de invasión de Rusia (Operación Barbarroja), una de las actividades clave era la toma del puerto de Sebastopol,en la península de Crimea, posiblemente la ciudad más fortificada de la Unión Soviética. Los generales nazis pusieron su mirada en esta ciudad, sobre la que se decidió realizar un auténtico asedio a la antigua usanza. Dora fue una más de las miles de piezas de artillería que participaron en el descomunal bombardeo sobre las fortalezas y bunkers de Sebastopol, pero su potencia de fuego marcó claramente la diferencia : disparó solo 48 proyectiles en varios dias de campaña, suficientes para destruir por completo varias fortificaciones clave, dejando el paso libre para las unidades de infantería.


Un arma titánica con poco rendimiento.


Sin embargo, Sebastopol sería prácticamente el único escenario en el que el cañón Dora tendría algo de protagonismo. Tras la invasión de Crimea, se procedió a desplazar el cañón a Leningrado, donde estaba teniendo lugar la batalla más encarnizada de toda la guerra. Sólo pudo realizar algunos disparos, debido a que fue necesario llevarlo de nuevo a Alemania para operaciones de reparación y para cambiarle el cañón, por lo que tuvo también muy poca relevancia en esta batalla.

No hubo más oportunidades para Dora : el curso de la guerra durante los últimos años y sobre todo el elevadísimo coste de mantenimiento y desplazamiento del cañón hizo que no pudiera aprovecharse más.



Para evitar que cayera en manos de los aliados, el Dora fue desmantelado y la mayor parte de sus piezas destruidas, diseminadas o inutilizadas por sus propios operarios, dejando para el recuerdo sólo estas curiosas fotos hechas por los soldados americanos y británicos sobre el larguisimo tubo del cañón



En conclusión, se trata de un cañón más orientado a demostrar el poderío militar del Tercer Reich que a una pieza de artillería realmente efectiva, puesto que la relación rendimiento/coste de esta gigantesca pieza de artillería es realmente baja.

Quedará para la posteridad como el "Record Guinness" de los cañones.

Fuentes :

-Wikipedia
-Wikipedia Commons (fotografías)
-Osprey Publishing
-Taringa!



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