La figura histórica del General Montgomery quedará siempre ligada a la guerra en el desierto, al férreo carácter británico. a la disciplina, la doctrina y al arte de la guerra en su máxima expresión. Pero también quedará íntimamente unida a su eterno rival y némesis : Erwin Rommel, el único capaz de hacerle frente y que se convirtió en su máxima obsesión.
Fue el gran héroe de Inglaterra durante la SGM para muchos,mientras que para unos pocos fue sólo un oportunista que supo aprovechar las ocasiones para ganar fama y popularidad.. pero hay algo que no puede ponerse en tela de juicio : su figura dejó huella en todos aquellos que pasaron por su vida.
Una estirpe militar que comenzó 9 siglos antes, en Normandía
Bernard Law Montgomery nació en la metropolitana Londres, el 18 de noviembre de 1887. Su padre, Henry Montgomery, eligió la vida religiosa como profesión y se ordenó sacerdote anglicano. Su madre, Maud, mucho más joven que su padre y de carácter mucho más frío y estoico, tuvo una fuerte influencia sobre él.
Casi como de una profecía se tratara, resulta muy anecdótico saber que Bernard es descendiente directo de Roger de Montgomerie, segundo al mando de Guillermo I el Conquistador, quien partió precisamente desde Normandía en el año 1067 para invadir Inglaterra. La historia se repetiría a la inversa en 1944, cuando el general Montgomery lideró junto a otros comandantes la invasión Aliada de Normadía para abrir un segundo frente contra los nazis.
Bernard fue el cuarto hijo de la familia Montgomery, por aquel entonces afincada en Londres. A los dos años de su nacimiento su padre (cuya popularidad iba en aumento) fue nombrado obispo de la Tierra de Van Diemen, o Tasmania, en el otro extremo del mundo. En este exótico país es donde “Monty” pasó su niñez con todos sus hermanos, bajo la educación de una madre exageradamente estricta y religiosa.
Un rebelde sin causa
Esta férrea educación no consiguió el efecto deseado, y el joven Bernard se convirtió en un muchacho desobediente y no demasiado disciplinado, que incumplía una y otra vez los mandatos de sus padres.
En 1901 el obispo fue destinado de nuevo a Inglaterra, lo que obligó a desplazarse de nuevo a toda la familia. Asi pues, Monty volvió con 14 años a la capital del Imperio Británico, donde continuó sus estudios en prestigiosos colegios de la zona. Sus compañeros de clase le describirían, años después, como un muchacho introvertido y sin demasiado apego por el contacto social, pero con una determinación y entrega absoluta por todo lo que hacía, y muy seguro de sí mismo. Sentía una verdadera pasión por los deportes, un terreno en el que era extraordinariamente competitivo : no pedía cuartel, ni se lo concedía a nadie.
Fue entonces cuando decidió decantarse por la vida militar, y entró en la prestigiosa Academia Militar de Sandhurst, en la que también se formaron otros líderes como Winston Churchill.
La prestigiosa academia militar de Sanhurst |
Pese a su gran aptitud y desempeño (fue nombrado cabo en poco tiempo y destacó como lider en todos los deportes que se practicaban allí) el comportamiento de Bernard era desaprobado por los mandos de la academia. Sencillamente, chocaba de lleno con los instructores. Se volvió impopular por su arrogancia y su fuerte temperamento. Para colmo, se integró en un grupo de cadetes que solía gastar bromas y novatadas realmente crueles a los nuevos reclutas… en una ocasión, la novatada salió mal y el cadete en cuestión acabó en el hospital con quemaduras graves en el cuerpo.. lo cual provocó que estuviera a punto de ser expulsado de la academia.
Quizá el detonante que le hizo sentar la cabeza fue su exclusión para el nombramiento de sargentos : cuando se enteró de que no había sido incluido en el grupo de promocionados, arrancó sus galones de cabo y los arrojó al fuego, quedando degradado a simple cadete…